Síntomas frecuentes de la depresión

Existen una serie de síntomas emocionales, cognitivos y conductuales que se suelen dar con mucha frecuencia en los episodios depresivos, si se mantienen durante meses y están presentes la mayor parte del día. Algunos de los más comunes que nos encontramos en la práctica clínica son los siguientes:

- Un sentimiento de tristeza o ánimo decaído que se percibe como más intenso que una tristeza normal, y que en ocasiones, aunque no siempre, mejora a lo largo del día (es más intenso por la mañana).

- Una pérdida de interés o una desmotivación por actividades que antes resultaban agradables o sencillas de hacer. En ocasiones se siguen haciendo, pero ya no resultan agradables o placenteras, y antes sí lo eran.

- Dificultades para dormir, insomnio, sueño insatisfactorio... Con frecuencia el insomnio que aparece en la depresión provoca despertares más tempranos de lo que era habitual, e incapacidad para dormir de nuevo. También puede manifestarse lo contrario, es decir, hipersomnia, o necesidad de dormir o permanecer en cama más horas de lo que era habitual antes. 

- Cambios en las pautas alimenticias: pérdida o aumento de apetito, y si el apetito es menor, suele haber pérdida progresiva de peso. 

- Sensación de fatiga o cansancio durante el día, aunque se hagan pocas tareas hay una sensación de estar cansado/a casi toda la jornada, y además la motivación para hacer cosas desciende.

- Falta de iniciativa, cuesta mucho esfuerzo tomar decisiones, se prefiere delegar o dejar cosas sin hacer que tener iniciativas e ir tomando las decisiones normales del día a día.

Deseo sexual reducido, la libido suele descender o incluso desaparecer durante un trastorno depresivo.

- Suele aparecer un deseo de aislarse socialmente, de apartarse de la gente y de quedar menos con amigos o familia, y si hay gente alrededor puede haber con frecuencia irritabilidad, ganas de marcharse para estar en soledad y mal humor.

- Fuerte sensación de baja autoestima, inutilidad o culpa intensa, pensamientos negativos y preocupantes, rumiaciones sobre errores pasados o sobre posibles problemas futuros... En este síntoma es dónde se suele intervenir en la terapia con técnicas cognitivas para comprender y mejorar los estilos de pensamiento que están causando o empeorando la depresión, las llamadas "ideas o pensamientos irracionales". Puedes leer más sobre las creencias irracionales en este enlace: http://lugopsicologa.blogspot.com.es/2016/01/las-11-creencias-irracionales-de-ellis.html

- Ansiedad, por ejemplo el trastorno de ansiedad generalizada se asocia con frecuencia a estar padeciendo un episodio depresivo más o menos encubierto. Si existe ansiedad diagnosticada, conviene normalmente evaluar también si existe un trastorno depresivo comórbido. 

- Irritabilidad, impaciencia o enfados frecuentes por cosas que antes no los provocaban, y que pueden más tarde ir acompañados de culpa por sentir que aquello fue una reacción exagerada pero que no se da controlado en ese momento. Muchas veces, las depresiones esconden rabia acumulada durante muchos años, que suele relacionarse con esta irritabilidad incomprensible en este momento. Si ese es el caso, durante la terapia irán saliendo esas emociones ocultas y podrán ir liberándose o transformándose.

- Un sentimiento intenso de vacío existencial, de que la vida no tiene sentido, o de que el futuro va a ser siempre negro y desesperanzador, que está presente gran parte del tiempo y que causa un gran malestar emocional y ansiedad. A diferencia de una crisis existencial en la que la persona puede sentirse estimulada y se movilizaría para buscar respuestas y sentido, aquí el sentimiento paraliza e inhibe a quien lo padece, haciéndole entrar en un estado pasivo de sufrimiento sin iniciativa para salir de él. Cuando esto ocurre, en terapia se pueden explorar, buscar y encontrar nuevos marcos vitales o existenciales que doten de significado y sentido la propia vida y la visión del mundo.

- Pensamientos o ideaciones suicidas, que van desde el deseo de morirse por una causa natural hasta desear y planificar la propia muerte. Este es uno de los síntomas de depresión grave más alarmantes,y, si se presenta, es necesario pedir ayuda cuanto antes.



Esto es una recopilación teórica de señales y síntomas, como siempre, el diagnóstico debe ser realizado por profesionales, y para hacer un diagnóstico de episodio depresivo es necesario, entre otras cosas, valorar si ha habido o está habiendo un duelo, si hay un trauma antiguo o reciente o un estrés postraumático que justifique los síntomas, o descartar causas físicas, enfermedades biológicas o consumo de sustancias que puedan estar causando la sintomatología.

Aunque la persona se siente muy desanimada, triste y desesperanzada cuando está deprimida, en realidad la depresión es uno de los trastornos psicológicos que mejor responden al tratamiento psicoterapéutico, y en ocasiones se combina este tratamiento con fármacos. En cualquier caso, siempre que la persona es constante y se compromete con su terapia, el índice de recuperación de la depresión es muy elevado, y llega a remitir totalmente en casi todos los casos, si se le dedica el tiempo necesario. Este es un trastorno que puede tener recaídas, pero, si se producen, son igualmente manejables ,y responden muy bien a la terapia psicológica.


Marta Rodríguez Álvarez
Centro ALECÉS
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-Lugo-
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marta25@gmail.com

(CITA PREVIA)

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